La LECHUGA
Luego de haber visto una compañera de trabajo tomando un té de lechuga, me vino al recuerdo que es una receta de abuelita, y que aunque las nuevas generaciones no le han dado importancia, ahora ya se está poniendo a la moda debido al retorno a lo “natural y saludable”.
En mi familia la infusión de lechuga se les daba a los bebés y mi abuelita también lo consumía para dormir.
Las hojas de la lechuga tienen propiedades sedantes, debido a esto resultan indicadas para reducir el nerviosismo o el exceso de ansiedad. Además, por esta propiedad, la lechuga puede ser utilizada para tratar el insomnio o las dificultades para dormir. Sus hojas poseen lactucarium, una substancia que se asemeja al opio, sin presentar los inconvenientes de toxicidad. Esta substancia le proporciona a la lechuga sus propiedades sedantes que la convierten en un remedio eficaz contra el insomnio.
Al fin y al cabo las abuelitas siempre han tenido razón y sus yerbas y remedios caseros ahora están siendo reconocidos masivamente en todos los puntos del planeta.
El método de preparación de la infusión de lechuga es muy sencillo. Lo primero que debe realizarse es lavar muy bien las hojas de esta planta, ya que pueden traer pequeños insectos o tierra. Luego de limpiar las hojas es necesario cortarlas en trozos pequeños. Enseguida agregar las hojas en una olla y hervir durante un minuto después dejar reposar diez minutos y tomárselo.
De preferencia utilizar lechugas biológicas.
2 hojas de lechuga
1 taza de agua
¡Que sueñen con los angelitos!